sábado, 21 de febrero de 2009

Cuando el olfato decide morir

¡Oh! ¡Que horror!... ¿Sientes eso?... han matado a un animal allá afuera. ¡Es un asco! ¡Que olor más terrible!...
¿Te estás burlando de mi?... –Dije seriamente con voz que más parecía un gruñido, mi nariz parecía haberse suicidado, esta gripe es una tortura-.

Hasta deseaba sentir ese repugnante olor, pero no sentir esa “muerte nasal”. ¿Comprenden?, es horrible esa sensación.

Bueno, introduje a mi boca tres pastillas que lucían pequeñas, pero en mi paladar parecían gigantes. Amargas.
Me abrigué. Sabía que en poco tiempo la sensación sedante llegaría a mi cerebro y no quería despertar confundida y mareada en el suelo. Así que me acosté en mi cama y esperé lo mejor: perder la conciencia lentamente y despertar cuatro horas después.
En efecto, desperté varias horas después, la tarde estaba terminando. Pero, ¿Qué está sucediendo?... ¡Mi nariz!... ¡Mi nariz está descongestionada!... no puedo decir que “lloré de alegría” porque sería una descripción demasiado dramática y porque el lagrimeo venía en el simpático paquete de la gripe. Así que, basta con admitir que me sentí bastante feliz. Tomé todo lo que encontraba a mi paso para olfatearlo. Todo aroma me resultaba delicioso.

PD: Bien, he aquí mi pequeña anécdota de influenza.
Moraleja: “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, ¿no?, sobre todo si es algo que pertenece a tu rostro”

3 comentarios:

pearvision dijo...

Alejandra, que bién que escribes, te felicito sinceramente. Te gustaría escribir mas? Por ejemplo un libro? asi de bién que le escribes a la gripe? Veo que tú tienes madera de escritora. Mi nombre es Melvin González, resido en Suecia desde hace veinte años y trábajo en una editorial en este fio reino escandinavo. Te interesas en públicar un libro tradicional, es decir de pápel. Contactame a mi mail:
melvin@bombadilpublishing.com

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

que interesante experiencia pero que significativo es que aveces con la cotidianidad nos olvidamos de los detalles y perdemos la copnciencia del valor de cosas amigos y en ese caso de la nariz pero para esto es necesario vivir no solo existir

felicidades estare en seguimiento de mas