viernes, 9 de enero de 2009

EL RITUAL DEL SEXTO DÍA

Basta con ver una sonrisa, basta con un haz de luz, basta con el amanecer y el pronunciado celaje… basta la belleza misma del día para decir que he comenzado de nuevo, el renacer es lo más importante cuando de comenzar un panorama temporal con nombre distinto se trata. Ayer se llamaba viernes, mañana se llamará domingo. La espontaneidad me hace valorarle, y un calendario me pide a gritos que voltee la página.

- ¡Ayer dibujaste una sonrisa! – Me dice la joven que se ruboriza a través del espejo, la misma de siempre, la de hace doce años… y sigo sin aburrirme de verla crecer.

Camino hacia las afueras, saboreando el delicioso sabor del sinsabor de aquella, la susodicha vacación… sabe a leche azucarada sobre la cual hojuelas de ambarino maíz suelen sumergirse para luego desaparecer en mi boca, el televisor colorea en mis globos oculares aquellos episodios que tantas veces me han hecho reír… y sigo riendo a carcajadas.

Las ventanas han sido espolvoreadas por el descuido y me muestran a lo lejos un blanco lunar en el cielo que yace dormido, parece que la luna olvidó despertarse temprano y sigue alumbrando opacamente la mañana, es el mismo trozo flotante que se despidió anoche cuando la noche comenzaba.

Es esa extraña sensación de holgazanería lo que me hace volver a la rutina, la del sexto día, aquella que me recuerda el desvelo de un viernes y el compromiso de un lunes. El ritual del sexto día, porque el domingo se vuelve volátil apatía; volátil y no por ello se la lleva el viento.

El día del sol: El señor domingo, extrañamente más soleado y soleadamente más extraño. Un surco lívido se traza bajo cada ojo sonrojado, un nuevo día ha comenzado y el cansancio comienza a pesar sobre mis hombros, y mientras el sábado se sonrojaba en mis mejillas, el domingo se coloreaba en mis ojeras… ¿Haber sonreído tanto acaso tiene malas consecuencias?… o, ¿Acaso de la felicidad me he cansado?… talvez la presión de no haber realizado mis tareas comienza a sofocarme.

PD: Talvez algo tonto, pero cierto!

... me describe en muchos aspectos el post, la espontaneidad de mi vida me hace feliz, y relatarles mis costumbres sabatinas es como poner una pequeña pieza del rompecabezas de mi vida en mi blog, prometo complejizar y profundizar más en próximas publicaciones.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho tu estilo de escritura

Anónimo dijo...

Me gusta lo que has escrito

Alejandra dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lorena J. Saavedra dijo...

Concuerdo con Bautty, alias Yaneth, bastante bonito. Y como ya leyó a medio mundo, ahora léase el otro medio mundo. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Felicidades Alejandra. Tus tareas de la semana se habrán podido acumular hasta el sexto día, pero ésta la has hecho muy bien. Tienen razón al gustar de tu escritura: se ve que estudias a Darío, a la oración rítmica, a la rima asonante oculta en la prosa, marcando períodos. Yo me quedo además encantado de hallar a alguien que, como yo, gusta de la sencillez sin simpleza; alguien que, a diferencia de mí, puede escribir con alegría y gozo. Bravo y adelante.